lunes, 27 de febrero de 2012

Para celebrar, vivir...

En algún momento de mi adolescencia, o tal vez antes, empecé a escuchar el suyo entre los nombres favoritos de mi hogar. Si me ponen a hacer un gran esfuerzo tendría que admitir que no recuerdo con exactitud cuando su cara se volvió presencia permanente, ni cuando su cercanía tocó la casa y las cosas de la casa. Como sucede en esas familias que disfrutan adoptando hermanos y dejándose crecer a cuenta de afectos, Ella se hermanó a nosotros en algún momento que no logro ubicar en el tiempo.
Vino con mi hermana, y con ambas, tres sabores inolvidables: las famosas paledonias de su papá (compañeras de muchos exilios) el quesillo de piña y los envueltos de plátano de su mamá. Lo demás empezó a pergeñarse en el tiempo; en los primeros enfrentamientos familiares por el empecinado invento de una casa para niños necesitados o en las conversaciones sobre parajes desconocidos o estudios o carreras que revelaron, un día, lo mucho que habíamos crecido. La vida se ocupó de permitirme tender manteles y arreglar flores para verla casarse en una fiesta, bailada hasta el agotamiento, en esa casa que no era nuestra pero lo parecía mucho, y disfrutar por oídas de sus viajes y sus diplomas. En una oportunidad inesperada, dos niñas absolutamente principescas me saludaron correctamente a una edad en que eso es imposible y supe que eran sus hijas, para sentir regocijo de tío.
Hace dos años, una mala noticia estuvo apunto de mandar al traste toda esa vida que sólo sabía de alegrías. Así, como quien no quiere la cosa, mientras terminábamos de hacer compras de verduras, mi hermana me reveló que a esa hermana suya de la vida, le habían diagnosticado cáncer de seno.
Entonces me contó, entre fortalezas de esas que la vida enseña a tener, las largas esperas, los duros golpes a la vanidad y algunas otras penurias. Me lo dijo con ese optimismo invencible que a mi hermana nunca he visto flaquear. Pero le leí el miedo en la voz y la angustia en la carraspera de la garganta. Una de las niñas que ha sido su compañera en el viaje más hermoso de su vida, convertida en mujer al borde de la cincuentena, estaba enfrentando una mutilación y un miedo aterrador. Con ella estaban sus dos hijas impecables, el marido desconcertado y el ánimo interminable de una familia formada básicamente por enviadas del destino. Seguramente también las oraciones de un gentío, la comida inmejorable de la mejor cocinera del mundo y la fuerza de quienes la queremos porque si, aunque lo hagamos a distancia.
Ayer, me colé en el almuerzo de su cumpleaños. Ayer la abracé estrechamente y la note mas flaca; pero, ayer la volví a ver vestida de fiesta. Ayer, su cabello un poco más crespo y un poco más claro, no era el turbante de hace apenas unos meses. Ayer se sentó en una mesa conmigo y me volvió a contar que todavía tiene miedos, pero que apenas tiene tiempo para eso. Ayer no quedaban lágrimas de las muchas que derramó, ni cosa alguna que desafiara el buen ánimo de la tarde.
Ayer, una fiesta puso punto final a una historia que en palabras de su hija menor, fue un año devastador para todos. Por eso me pareció que el canto de cumpleaños sonó afinadamente optimista y que cuando ella, en voz muy baja acompañando el ritmo con sus palmas tímidas, cantaba para si, estaba cantándole a una fuerza que ninguno de los que estaba allí conoce. Una fuerza que debe ser idéntica a la libertad y a algo mucho más grande: Sobrevivir a punta de corazón y ganas.

miércoles, 22 de febrero de 2012

De reivindicaciones y otros asuntos

Desde que en el pasado mes de Diciembre se hizo público el conflicto de los trabajadores de Fe y Alegría, que es el mismo de todos los trabajadores adscritos a la Asociación Venezolana de Educación Católica, y las voces se levantaron, en todas direcciones, primero para exigir el pago de unos aguinaldos que demoraron lo suyo en llegar y luego para exigir el cumplimiento del aumento salarial ofrecido por el Ejecutivo Nacional; he sostenido, en todas las instancias donde he podido expresarlo, que esta lucha, válida y valiosa como pocas, no puede convertirse en un asunto estrictamente “sindical”. Que los centros educativos cuya supervivencia depende del Convenio AVEC, no pueden permitirse una “pelea” en la que la única, o más importante reivindicación, sea de tipo salarial. Que es un deber ineludible de todos los que hacemos vida, de alguna manera, en las cercanías de la Educación Católica Venezolana, trascender una posición expresada en cifras porcentuales sumadas en totales reivindicativos y enarbolar, definitivamente, la bandera de defensa del paradigma conceptual en el que reposa la existencia misma de nuestro derecho a ser compensados cada quince y último de mes.
Esta mañana, con particular asombro, leí una carta que llegó a mi correo, firmada por el Padre Piedra, jefe de AVEC. Siempre me llaman la atención sus misivas, sobre todo por esa firma escueta que dice Piedra, así sin más, después de una despedida llena de católicas esperanzas. La de hoy, más que exigirme relecturas, me obligó a interpretaciones de las que salen estas líneas. Créanme que siento muchísimo aguarle la fiesta a quien esa carta haya alegrado. Es más, me permito aclarar que, tanto como a todos, un aumento de sueldo, el pago de un retroactivo adeudado desde hace meses y algún otro beneficio laboral adicional, no sólo le caerán muy bien a mi maltrecha economía venezolana, si no que pueden ser el acicate definitivo para intentar un acercamiento a cualquier cosa que interprete como excelencia, en mi desempeño profesional. Pero, es muy importante que esos beneficios, ganados a pulso por el conjunto de docentes, administradores, empleados, obreros y trabajadores de AVEC, no incluyan otras entregas. Y mi sensación, después de leer esa carta por tercera vez, sigue siendo que parece que recibiremos la plata, pero tendremos que entregar el corazón.
Es muy difícil hacer un análisis de lo que quiero decir, sin sonar como pretendiente a un liderazgo político de cualquier índole. Mucho más lo es intentar que una opinión, bien intencionada o no, se reciba con oídos imparciales. Voy a intentarlo y lo haré aclarando, sin vergüenza alguna, que no pretendo desligar esta respuesta de su tono político y que, quien habla, un trabajador de una escuela de Fe y Alegría, feliz de tener esa oportunidad diaria de convivencia, lo hace a nombre suyo y de manera estrictamente personal.
En su carta, el Padre Piedra nos comunica que, aun cuando a su parecer las reivindicaciones laborales están a punto de cristalizar, en una ultima reunión se ha acordado, o mejor dicho, le han notificado, que desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación y haciendo uso de sus Zonas Educativas y Municipios Escolares, nuestros centros educativos serán supervisados uno a uno. “Quieren que nos quede muy claro que el concepto de supervisión que manejan es el de acompañamiento para ir mejorando los procesos pedagógicos, consonos con la propuesta educativa del Estado Venezolano, y que de ningún modo su actitud es punitiva. Si algo no está de acuerdo a lo normado, harán sugerencias para que sean cumplidas para la próxima oportunidad.”
Nada es más fácil de entender que una propuesta de supervisión llevada adelante por quien pone el dinero. En la mente de todos nosotros, esa figura, la de revisar que hacen los demás con el dinero de uno, es una de las más arraigadas. Lo hacemos con nuestros hijos, lo hacemos con nuestros socios e incluso lo pretendemos hacer, sin el menor éxito con cosas tan poco concretas, como los impuestos que pagamos, cuando los pagamos. Creo que no hay nada de malo, nada de raro en eso. Si el gobierno pone el dinero para que nuestras escuelas funcionen y nosotros cobremos nuestros salarios, el gobierno tiene derecho a exigirnos un cierto comportamiento. Tiene derecho a imponer ciertas condiciones. Tiene derecho a cambiar el paradigma bajo el que Fe y Alegría, por ejemplo, ha funcionado durante 55 años.
Mi pregunta entonces es ¿vale ese cambio, un 48% de aumento en nuestros salarios? ¿Estamos dispuestos a permitir que un 48% de incremento en nuestros cheques mensuales, den al traste con una manera distinta y esperanzadora de construir país, allí donde termina el asfalto?
Lamento mucho sentirme más confundido que al inicio de todo. Lamento muchísimo pensar que es posible que la respuesta a mi pregunta sea un si y que pronto, las escuelas de Fe y Alegría celebren con un acto cívico una nueva fecha patria cada 4 de Febrero. Lo digo además, con propiedad. Hace muy poco asistí, en representación de mi escuela, a una reunión de voceros estudiantiles en la que se explicó detenidamente el plan prioritario de la zona educativa de Mérida y si me disculpan, debo informarles, muy a mi pesar, que en ese plan no existían objetivos culturales, ni el mejoramiento de la enseñanza de las ciencias puras. Que el entramado de ese plan, prioritario para la educación media en el estado Mérida, incluía y mencionaba únicamente la solidificación definitiva del proceso bolivariano.
Ahora bien, somos libres de pensar lo que queramos sobre el proceso bolivariano. Es más, discutir las ventajas y desventajas del proceso bolivariano en materia educativa, puede que nos lleve a una discusión interminable en la que terminaremos aceptando errores, reconociendo aciertos y prometiendo falsedades. Esa no es mi intención. Tampoco lo es censurar a cualquiera de mis compañeros de escuela por su postura ideológica. Hago un esfuerzo diario por convivir en la diferencia y nutrirme de ella. Siempre que suceda fuera de un aula de clases.
Es una obligación del educador enseñar a sus estudiantes a pensar. No podemos hacer hombres y mujeres nuevos de verdad, si no enseñamos a nuestros muchachos a pensar con la cabeza sobre los hombros. Si no enseñamos un poco de equidad, una manera de balancear las cargas. Nada, ni un 48%, ni ningún otro beneficio laboral, sin embargo, nos autoriza a sustituir ese mandato de enseñar a pensar por uno de enseñar aquello en lo que tienen que pensar.
Si, repito; un incremento de sueldo es necesario, es un derecho que tenemos todos y cada uno de nosotros. No tengo duda. Pero, debería ser un crimen obtener un incremento de sueldo, a cambio de libertades indispensables para reír y divertirnos en el aula, para enseñar de la historia lo que la historia exige sea enseñado, para jugar en la diversidad cromática de lo que somos y debemos ser.
Si queremos convertir esta lucha en un asunto meramente sindical que hoy consiga un 48% de incremento salarial y mañana nos arranque la alegría, podemos hacerlo. Pero creo que estaremos abordando el camino equivocado, estaremos renunciando a ese pedacito de asfalto indispensable que hemos puesto nosotros mismos donde, muchas veces, solo crecían malas hierbas. Particularmente me niego a creer que lo haremos, pero me gusta advertirlo: tiene que existir la manera de tenerlo todo, aun cuando tengamos que tener menos. Tiene que haber una balanza en nuestras manos.

sábado, 18 de febrero de 2012

Hablemos de números

Para empezar, me permito aclarar que escribo con la única intención de evitarme conversaciones en solitario y su consecuente fama. No soy analista, no sé de números y muchísimo menos sé algo de política. Apenas me he subido al carro del tema que nos fascina a todos por igual y lo hago, además, en un blog, territorio de lo posible si tienes lo que hay que tener para ocuparse de mantenerlo y hacer que alguien lo lea. Dicho esto, para evitarle a alguien llegar hasta aquí con expectativas, voy a darle una mirada a los números de estas primarias para ver si capto alguno de los lugares comunes que más tarde los serios convertirán en dogma. O para ver si saco en claro algo nuevo. O porque si. Punto.
Ya sabemos que ganó el que tenía que ganar y sobre eso no vale la pena hacer mayores comentarios. Hace poco un taxista me dijo que “en este país estamos tan locos que todos pensamos que la mejor propuesta es la de Diego Arria, que la mejor es María Corina, pero que va a ganar Capriles”. Más acertado análisis que ese, supongo que es imposible. Así que no voy a meterme en honduras, yo voté por Henrique, lo que significa que voté a ganador, aunque lo hice por el que realmente me gustaba. No vote en contra de nadie, pero me alegra por ejemplo, que la votación inesperadamente baja de Pablo Pérez, a lo mejor significa que estamos tomando conciencia sobre el daño que hace ser adeco. En fin, que lamenté muchísimo los 100 mil escasos votos que obtuvo María Corina, sobre todo porque no quiero pensar que seamos así de machistas o que su discurso impecable y su formación extraordinaria es, en realidad, demasiado pa´esta gente.
Veamos ahora lo que pasó en Mérida, mi recoveco personal. Aquí estuvimos en ascuas hasta el lunes temprano. Finalmente ganó Lester Rodríguez, un triunfo más raro que más nada, que sólo lo confirma como el peor alcalde que hemos tenido ever. Lester ganó gracias a lejanos municipios, tradicionalmente oficialistas, en los que se dedicó a hacer campaña mientras los habitantes del municipio que le corresponde “alcaldear” nos ahogábamos en problemas. Lógicamente, en ese municipio, el suyo, la capital del estado y el más poblado, no ganó ni en una mesa. (Eso me consta absolutamente) es decir, los que le conocen el día a día de su capacidad gerencial, ya no le creen el cuento; Eso es bueno, aunque nos agrega unos años al padecimiento de sus ambiciones desmedidas. Que pesar.
Temprano nos enteramos del triunfo de Carlos García, un chamo que creo no llega ni a treinta años, flamante representante de Primero Justicia. A muchos les recuerda los primeros tiempos de Capriles y pudo haber ganado por eso. En realidad es difícil hacer mejor lectura de lo que puede que sea el fenómeno de las primarias: Incluso a él, los 21.379 votos con que fue elegido lo dejaron sin palabras. Duplicó a su contendor más cercano, respaldado por AD y con trayectoria política conocida. ¿Otro golpe para los adecos? Eso parece.
Lo que sigue fue una repetida manera de votar en contra de lo que ha estado mal desde siempre. Cosa que alegra muchísimo. Llama mucho la atención, sin embargo, que el voto joven brilló por su ausencia. De la revisión de la data electoral hecha muy someramente, se nota que las cedulas 15 millones y pico, quedaron en blanco y, de ahí para arriba, pocos estrenaron su derecho a votar y muchos menos lo repitieron. Valdría la pena profundizar sobre ese detalle. ¿Qué le está pasando a los chamos? ¿Se sentirán poco representados? ¿Vivirán coletazos desatendidos de indignaciones lejanas? ¿O se dejaron silenciar por el miedo y el futuro sin certezas?
Ese es posiblemente el gran cuestionario a responder, de cara a la campaña que acabamos de comenzar. Hace falta el voto de los muchachos, pero hace más falta su voz. A lo mejor ahí, en los chamos que no son parte del “movimiento estudiantil”, en la mente de los que no hacen huelga de hambre ni se caen a gritos con sus profesores, ni están dispuestos a ponerle el pecho a las hordas rojas, está la respuesta a esa vasta colección de números que se resumen en la extraordinaria certeza de saber que arrancamos la carrera con más de 3 millones de votos de ventaja. Todo análisis extra, puede que sea necesario para algunos; pero, en general sale sobrando.

Cinco y uno

Hay una imagen de esa medianoche que seguramente está registrada con rigor en la retina de millones de venezolanos: la entrada a la tarima, donde Capriles pronunciaba su discurso de aceptación, de sus cinco contendores. Uno a uno, nombrados previamente por el candidato recién electo, con calificativo de hermanos, fueron haciéndose parte del triunfo que este celebraba. Lo hicieron con alegría, lo hicieron con el convencimiento que produce la seguridad de saberse capaces de cumplir con una promesa de unidad, jurada al inicio de esa campaña cuya primera fase estaban cerrando.
Pero, lo hicieron también con la responsabilidad de saber que no son sus similitudes las que los unen frente a un país que exige cohesión. Son sus diferencias las que los convierten en un equipo imbatible. Lo hemos dicho hasta el cansancio. Las particularidades de un grupo formado por 4 hombres y una mujer de brillantes capacidades, unidos en torno a un liderazgo necesario, construido a fuerza de mucha negociación y mucha artimaña política, han puesto el juego en posición ganadora, como nunca antes. Creo que ese instante, esa imagen de quienes habían, hasta hacía muy poco, liderizado opciones distintas con la intención propia de ganar una carrera electoral, fue lo que empezó a poner en claro que “el camino” que intenta marcar Henrique, tiene señales muy claras de luz, si se respetan las diferencias que todos esperamos sean las que formen gobierno en la delicada etapa de la transición.
Por eso, tal vez, la euforia que todos aplaudimos en esa medianoche de Domingo. Por eso y porque vimos clarito que la fiesta, esa fiesta alegre y solidaria de votos de todos colores, puede que dure poco. Atacar un trabuco que se presenta tan fuerte, será una tarea fundamental de quienes practican las malas artes de las bajezas politicas. Nosotros, por preparados que estamos para eso, sentiremos la inevitable rabia de quien se siente ofendido sin razones. Lo que empezó allí, en esa tarima de Bello Monte la medianoche en que celebramos el triunfo de la Unidad Democrática, no es fácil. Ni remotamente fácil. Es posible, eso sí. Menos mal que para enfrentarlo contamos con cinco que son uno, siendo cada uno de nosotros.

viernes, 17 de febrero de 2012

Y ganó Capriles...

Era un poco más de las nueve de la noche, cuando una emocionada Teresa Albanez, se dirigió al país para anunciar, oficialmente, la noticia que hacía rato circulaba por todos los medios a nuestro alcance. Henrique Capriles Radonsky, con un millón 806 mil 860 votos (63,91 por ciento) se estaba alzando con la nominación presidencial a nombre de la Mesa de la Unidad Democrática. Es decir, se estaba convirtiendo, en ese momento, en el hombre más buscado para lo bueno y lo malo en esta amplia tierra venezolana. El Candidato.
No fue realmente una sorpresa. Más de la mitad de las encuestas lo hacían ganador. La otra mitad lo ponían tan cerca del triunfo que igual daba. Su más cercano contendor, Pablo Pérez, había logrado cierto favoritismo y se mantuvo punteando algunas mediciones, pero nadie lo daba como seguro ganador. Lo que no esperábamos, y nos sorprendió de veras, fue ese 63,91 % de votos que lo subieron a la tarima. Un millón ochocientos seis mil votos y pico que en obra de minutos se convirtieron en tres millones y algo: tan sencillo como el milagro de la unidad.
A esa hora, casi las 10 de la noche, en la inexactitud de las horas que no se cuentan con eficiencia porque necesitas poder recordar otros detalles, Henrique Capriles Radonsky, tan mal vestido como estuvo en toda su campaña, con ojeras profundas, cara de bravo y el toro por los cuernos, habló con el país que acababa de elegirlo. Entonces, disipó las dudas. Si, es cierto, habla sin la brillantez de María Corina, se mueve sin la soltura de Leopoldo, No es, ni en cien años, lo afable que puede ser Pablo, no sabe de sindicatos lo que tiene que saber Medina y jamás tendrá la radicalidad de Diego; pero, es cada uno y todos al mismo tiempo, y es tu esperanza, la mía y la de un país que necesita recuperar el rumbo.
Por eso la alegría de todos. Por eso seguramente no se hable de otra cosa, sino de los dos votos extras que tenemos que conseguir para octubre. Por eso la fiesta que tiene locos a un sector que empieza a ser minoritario.
Era casi la medianoche, o más tarde? cuando empezamos a entrar en esa especie de burbuja que suele rodear las noticias extraordinarias. Entonces nos dimos cuenta: Pusimos la mitad del futuro en manos de Henrique; a la otra mitad no renunciamos, la tenemos en nuestras propias manos. La usaremos.

Un domingo joven

Casi ha transcurrido una semana desde aquel domingo histórico. Cinco días en los que hemos visto como, algunas caras han ido descomponiéndose en gestos y expresiones de asquerosa violencia y como cualquier argumento ha sido válido para decir lo que nosotros escuchamos con un dejo de increíble sorna. Es muy sencillo: fuimos, votamos y sumamos, a pesar del miedo, una cifra de votantes que sobrepasa por un pelin a los famosos 3 millones de votos que queríamos obtener pero no sabíamos cómo. Fue el día más joven del año y, a pesar del miedo incomprensible que se están empeñando en sembrar desde lugares que no conocemos suficientemente, fue también, un día hermoso, radiante y sin lluvias.
Salí a votar a eso de las 8 de la mañana. Necesitaba tener el día desocupado para atender las necesidades que surgieran en la Junta Regional de Primarias. Antes fui a desayunar y en el restaurante, un ambiente de fiesta presagiaba el buen rollo de las elecciones. Algunos de los que saludé allí, habían votado ya y mostraban encantados el meñique violeta de las votaciones.
En mi centro de votación, encontré mucha gente en las colas, muy buen ánimo y muchos “viejitos” dispuestos a votar con la misma emoción con que han ido barriendo obstáculos en nuestra vida ciudadana. Allí vi lo que, quizás, fue el gesto más conmovedor de la mañana: efectivos del Plan Republica cargando sillas de ruedas o ancianos en andadera, para llevarlos hasta su mesa. No pude evitar pensar que ese no es el comportamiento que uno espera de una Fuerza Armada “comprometida con el régimen”.
Luego recorrí casi todos los centros de la ciudad. La alegría se multiplicaba a cada paso. La cantidad de personas esperando para votar aumentaba con las horas. Y por primera vez, la sensación de que era una fiesta a la que estábamos invitados todos, me fue llenando el corazón de esperanzas. Tal vez me preocupé excesivamente al encontrarme en Los Curos, con el Movimiento 13 en una actitud muy agresiva que estuvo a punto de dañar el acto electoral, pero, salvo ese detalle lamentable en nuestros estudiantes universitarios, todo salía a pedir de boca, si se me perdona el lugar común.
A las 4 y media nos informaron la prorroga y nosotros nos apresuramos en avisar a todos los rincones del estado. Más o menos, a las 8 y media de la noche, empezaron a llegar las actas y el material de los centros de votación. Una primera mirada nos reveló dos realidades materializadas más tarde: Lester Rodríguez la tenia difícil (terminó ganando por escaso margen) y Henrique Capriles la tenia bombita. La mejor de todas las noticias del día, sin embargo, estaba aún por llegar: Si en Mérida, el nivel de participación alcanzaba un 17% y se ubicaba en los 90 mil votantes, la cosa en el país había sido abrumadora.
Lo supimos un poco después: 3 millones y pico de venezolanos, habían decidido participar en unas primarias históricas que a esa hora, tenían sello Guinnes. 3 millones y pico de personas habían acudido a las urnas electorales para ver si empezamos entre todos a construir futuro. 3 millones y pico de gente que está dispuesta a poner algo cerca del mingo.
Apenas la pelea estaba empezando. Había valido la pena y valdría, a pesar de los primeros sinsabores de estos cinco días escasos que han pasado y que prometen un enfrentamiento histórico, sucio y triste, por parte de ellos. Nosotros, sabemos que por difícil que parezca, nunca hemos estado tan cerca de lograr el cambio.
El domingo 12 de Febrero lo demostramos.

viernes, 10 de febrero de 2012

Uno de ell@s, es...

A la final – de campeonato – llegaron cinco. Leopoldo López, en un acto que habló muy bien de la unidad con que llegaremos a Octubre, declinó su candidatura a favor de Henrique Capriles. Los otros se han mantenido en sus aspiraciones y nos han dado más de un motivo para discutir, para disentir y para apoyar a uno u otro, en decisiones que no se han hecho firmes hasta las últimas horas. Cada uno tiene con qué hacerlo. Cada uno representa la mejor, sino la única, forma de poner al gobierno en aprietos y dejarlos sin empleo. Uno de ellos obtendrá la nominación presidencial para el 07 de Octubre y nos devolverá la esperanza de país posible.
Estos son:
María Corina Machado Parisca: Pudo haberse dedicado a ser “una señora decentísima” (y lo es, no saben cuánto) quedarse en su casa del Country y aparecer vestida por Ángel Sánchez, en todas las crónicas que escribe Roland Carreño. Pero, ella decidió apostar por un país que parece dolerle muchísimo. Tiene una experiencia tan buena y tan vasta en temas sociales de verdad y unas credenciales académicas tan lustrosas, que escucharla ha sido uno de los grandes placeres de la campaña. Luce estupenda, además; uno la ve y sabe que fue bien criada. Vive sin artificios un sifrinismo ligth que está completamente puesto al servicio de una causa que nos suena a todos. Pasará a la historia por haberle dicho ladrón al ladrón y por haberle dado aires frescos a una silla que no se antoja lejana. No hay duda que será gobierno y que lo hará bien. Desde donde sea y como sea. Su manera de estar resteada con la patria, es sencillamente envidiable.
Pablo Medina: Es verdad, ha sido el menos brillante de los cinco en sus apariciones públicas; pero, desmerecerlo por ello es, sinceramente, un error de cálculo que nadie debería cometer. Es el hombre del trabajo, o mejor dicho, de los trabajadores; un grupo humano que puede que se haya convertido en el soporte de este y muchos gobiernos más. Su experiencia de sindicalista arriesgado, sus enfrentamientos casi legendarios con el gobierno y sus ganas de cambiar todo lo malo que hemos vivido en estos años, lo hacen tan buen contendor como cualquiera de sus pares. Lo mejor es que él no piensa dejar de darnos sorpresas.
Henrique Capriles Radonsky: Parece un chamo amalandrado criado en Prados del Este. Por nada del mundo se quita la gorra ni se viste mejor. Tampoco ha engordado ni perdido su innegable “allure” con el sexo opuesto. Detrás de eso tan frívolo e intrascendente, sin embargo, hay un hombre joven y sorprendente curtido en las veleidades del poder y entrenado, en cuanta liga existe, para trabajar como muy pocos. Pero además es inteligente y estudiado como los duros. Su discurso no lo ayuda - dicen algunos - y según como se vea, eso se ha convertido en su ventaja: trabaja mucho, pero lo hace calladito, con todos, por todos y para todos. Esa manera de querer hacer las cosas bien se lo hemos visto en Miranda y en algunos otros sitios. Se llama compromiso sin condiciones y el término parece haberlo inventado él.
Pablo Pérez Álvarez: Maracucho, echao pa´lante e incansable. Alcanzó la gobernación del estado Zulia trabajando como hormiguita al lado de Manuel Rosales y defendiendo la maracuchisidad con el mismo énfasis con que defiende ahora la venezolanidad. Parece un tipo afable, cercano y muy familiar. Menciona a sus hijos y su mujer en cada aparición pública (poco usual en la política del Caribe) y además ha soltado alguna que otra perla que pasará a la historia. Ha logrado acuerdos políticos que no habríamos ni imaginado en alguna de las anteriores republicas y además, es el propio a la hora de ponerle pleitos al sabanetero. A veces nos recuerda a Pedro Picapiedra y a veces le vemos cara de saber cómo hacerlo bien. Apoyos y credenciales no le faltan.
Diego Arria Salicetti: Es el radical absoluto del grupo. Su propuesta, que ha logrado atraer gran cantidad de adeptos, pasa por refundar el país, una vez más. A algunos, como en todo, la cosa le suena a disparate extemporáneo; a otros les parece la única salida. Ninguno como él, logró polarizar tanto una pequeña porción de la muy polarizada sociedad que nos acompaña. Credenciales tiene y son muchas: las más famosas tienen que ver con su polémica gobernación de Caracas en tiempos de Pérez y su paso, bastante notable, por nuestra embajada en la ONU. Es también el mayor, a sus 73 años luce como un santo retocado y de sus “encantos” de otrora, no parece quedar sino un buen discurso y una buena colección de sacos azules. Le quedó malísimo no suscribir el compromiso unitario de gobierno, pero parece que de eso se olvidaron ya. Al final, hará gobierno y lo hará con la misma eficiencia con que otros se han comprometido a lo mismo.

Para votar en Paz

Faltan apenas unas horas. En poco tiempo, Venezuela sabrá quién, entre 5 venezolanos de paño y capea, hará los honores del país decente. No ha sido un camino fácil ni llano; ha costado mucho poner de acuerdo las tendencias que pregonaban tener la solución lista y encuadernada y posiblemente ha sido mucho más complicado poner de acuerdo a los que amenazaban con fin de mundo y anatemas. Finalmente, se logró. Mejor dicho, lo logramos todos. A partir de ahora, con el primero de los grandes eventos de la Mesa de La Unidad Democrática, podremos hablar de algo que nos pertenece a todos.
Un último esfuerzo, el más importante, es lo que nos separa de la alegría final. Por eso creo que no está demás que recordemos cómo hacerlo, para poder hacerlo en paz. Ojo:
Tu primera tarea será verificar que tu centro de votación sigue siendo el mismo, o que tu mesa está ahora en uno de los centros “nucleados” y sabes cuál es. Hay muchas maneras de hacerlo, te cuento dos: Envía un mensaje de texto con la palabra VOTA, seguida de un espacio y tu número de cédula al 212 y recibirás la información. Este mensaje cuesta 2,00 Bs. También puedes ir a la página http://www.sumate.org/ y allí te buscas. Si no te gusta SUMATE (que no se what´s not to like it) puedes ir a http://www.unidadporvenezuela.org/ . Una vez que tengas esa información, es allí donde debes ir.
Con suerte, tendrás que hacer algo de cola. Alégrate si te toca esperar, eso significa que mucha gente logró vencer su miedo. Disfruta la cola, habla con el vecino y tómatelo con calma. No lleves cartera, no lleves ninguna laptop o equipo electrónico que no sea tu teléfono y viste ropa y calzado cómodo. En un bolsillo tú cedula de identidad laminada, único documento válido para poder votar, aun cuando esté vencida.
Una vez que te toque tu turno, entra a la sala de votación. Allí entregarás tu cedula al funcionario acreditado, quien te buscará en el cuaderno de votación, y te indicará el momento en que puedes pasar al sitio en que está instalada la máquina de votación.
Al estar frente a la máquina, tendrás a tu derecha una pequeña pantalla donde se reflejará la elección que hagas. A la izquierda, veras tres tarjetones, cada uno al lado del otro, puestos dentro de una bandeja (es la manera más sencilla de describirlos) es en esos tarjetones donde escogerás UN candidato para Presidente de la República, UNO para gobernador y UNO para alcalde. En total emitirás tres votos. Los marcarás con el dedo en el óvalo situado al lado del candidato y aparecerá reflejado en la pantalla que tienes al lado. Cuando hayas terminado de escoger tu candidato, debes verificar que tu opción aparece tal como la seleccionaste, pulsar donde dice Votar e imprimir tú boleta.
Doblas la boleta, la llevas hasta la urna y la depositas. Ya votaste. Como probablemente tu conciencia delatará a tu rostro, iras a la salida con tu mejor sonrisa. No necesitas manchar el dedo en tinta indeleble, pero hacerlo será una gran manera de decir que estás al lado de la Venezuela decente.
Después, nada…a celebrar. A colaborar con el personal de los centros de votación si te apetece o a esperar resultados; no de brazos cruzados, con nudo en el estomago y gran ansiedad por conocer el nombre de quien se ocupará de poner la mesa en su santo lugar.
No cabe duda que será un gran día, un día festivo, un día con la inolvidabilidad de los días históricos. Algo así como el primero del resto de nuestras vidas. No permitas que el miedo y la paranoia te lo arruine. Disfrútalo, es un ejercicio de libertad.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Por él, no....

He dicho mil veces, quizás hasta lo escribí aquí en algún momento, que la decisión de votar por alguien en particular no era el punto más importante a resolver en este momento. Que la coyuntura nos obligaba a acatar más o menos cualquier cosa, perdón iba a decir persona, que nos impongan bajo el título genérico de pre-candidato. Que debemos apoyar a quien salga electo el domingo y seguir en esta cruzada de captar votos y votantes porque en eso nos va la vida. He llegado a decir, en alta clara e inteligible voz, que si me pedían votar por Blanca Ibáñez, yo iba y votaba por Blanca Ibáñez, si esa era la fórmula para desterrar de nuestra vida al sabanetero y su combo de ladrones. Pero, creo que incluso yo, en esas ocasiones de pasión grandilocuente en que era capaz de poner el destino de mi país en las manos de Ixora Rojas, tengo derecho a pensarlo mejor. A que me caiga la metra, pues.
Y eso es precisamente lo que he hecho. Lo he pensado mejor y quiero aprovechar que algunas personas están dispuestas a compartir estas cosas que yo llamo epifanías y aclarar, de una vez por todas, que no estoy dispuesto a votar por Lester Rodríguez en su disparatada carrera a la gobernación de Mérida. No voy a hacerlo y no lo haría ni aunque eso fuera mi única opción. Entre votar por Lester y votar por Marco Díaz Orellana, no veo diferencia alguna, por tanto, si Lester llega a alzarse con la designación, me veré obligado a votar nulo en ese renglón. Lo siento mucho.
Lester Rodriguez es el alcalde actual de mi ciudad. Un alcalde que se ha permitido (con la eterna excusa de ser maltratado por el gobierno que le tiene tirria) dejar mi ciudad en la peor de las carraplanas: sucia, llena de buhoneros por todas partes, acosada por un tráfico pavorosamente infernal; caótica en la prestación de los servicios más elementales y sin rumbo alguno. Lo peor, lo verdaderamente lamentable es que, no sólo él, mucha gente tiene razones para justificar su irresponsable paso por una alcaldía de la que él se sirvió a diestra y siniestra para alcanzar el siguiente peldaño de una vida consagrada a conseguir el poder, por el puro vicio de detentarlo, y usar para ello los atajos de peor calaña. Muy simple: él ha pasado por todas las alcabalas de un hombre con poquísima preparación que ha prestado un servicio muy pobre a la ciudad que aspira gobernar, a su universidad y a su gerencia municipal.
Pueden decir lo que quieran, pero los merideños podemos ser mejor que eso. Votar por Lester es tan malo como votar por un candidato oficialista, pero del oficialista ya sabemos lo que obtendremos; de Lester Rodríguez podemos esperar cualquier cosa, y ninguna será buena, NUNCA.

martes, 7 de febrero de 2012

Responsabilidad: Votar

Posiblemente, nunca un acto de votación venezolano, ha tenido las implicaciones del que realizaremos el próximo domingo 12 de febrero. Mucho más que la simple escogencia de quienes representarán a la Mesa de la Unidad Democrática en las elecciones del 07 de Octubre y del 16 de Diciembre próximo, en realidad se trata de un ejercicio de libertad ante el cual tenemos una responsabilidad irrenunciable.
Hay que ir a votar. Consideraciones posteriores en verdad no son tan importantes. Por quién va usted a votar, no cuenta tanto como por qué va a usted a votar. Si acaso lo ha olvidado, permítame decírselo: usted va a votar para ser parte del cambio que usted quiere ver. Por eso, repito: hay que ir a votar; porque así se adquiere la voz que será levantada cuando haga falta, porque esa la mejor manera de empezar a derrotar el miedo. Porque de su voto depende que le demos legitimidad a cualquiera que sea el que se pare en la otra esquina del ring y porque necesitamos, más que nunca, desafiar las estadísticas.
Pero, hay que ir a votar con coraje. No hace falta mayor cosa, tal vez estar preparado para que el acto de votación sea un momento de grandes emociones, y como no, para que produzca ciertas consecuencias. Lamentablemente, en este país, cada vez es más difícil andar por ahí con camisetas de otro color que no sea rojo.
Sin embargo, no será fácil para ellos cobrarnos la valentía de querer dejarlos desempleados. En las Juntas Electorales se han tomado todas las precauciones para que el 12 de Febrero sea imposible reeditar las bochornosas listas de opositores que han marcado las extrañas políticas sociales y laborales del régimen. No habrá cuadernos de votación. O mejor dicho, serán destruidos 48 horas después de la elección y serán manipulados por personal de la MUD debidamente entrenado. No será obligatorio manchar el dedo en tinta indeleble o dejar huellas digitales y la información personal de los votantes se mantendrá oculta. Si hay algo que se ha cuidado esta vez, es no sólo el secreto del voto, sino la inviolabilidad de ese secreto.
Si a pesar de eso, aun existe quien deje de ir a votar por que le da miedo que lo vean en la cola, está bien, el miedo es libre y respetable; pero, es bueno recordar que no es con miedo que saldremos de esta pesadilla.

viernes, 3 de febrero de 2012

Así lo viví yo

Aunque se habían dado ya los primeros pasos de un invento que probablemente habría cambiado el rumbo de los acontecimientos; yo no tenía, como la mayoría de las personas tampoco, acceso a ninguna otra red comunicacional distinta al teléfono y al muy famoso FAX. Para sentir que algo de modernidad había llegado a mi vida, un par de meses antes le regalé a mi mamá uno de esos aparatos, entonces considerados el no va más de las comunicaciones, para mantenernos al día en los chismes de la familia. Era habitual que al regresar de mis clases o de mi trabajo, una larga tira de papel estuviera guindando en el FAX que reposaba en la mesa de noche de mi habitación-apartamento de New York.
Esa noche no fue distinto, la perfecta caligrafía de mi mamá, sin embargo, estaba lejos de contarme cosas divertidas y había obviado el enternecedor, “me haces mucha falta” con que finalizaba la mayoría de sus misivas. Escrito al través, en un pedazo cualquiera de papel con letras grandes y gruesas hechas con marcador, el mensaje decía:
- “Hubo un golpe, estamos bien, llame cuando llegue. Dios nos ampare. Bendiciones, Su mama”
Tardé unos segundos en entender lo de "golpe". En New York era un poco más de la 1 de la madrugada y yo había pasado las últimas cuatro horas viendo la muy aclamada versión broadwayiana de Miss Saigon. Lo menos que podía esperar es que allá abajo, en el país que había dejado al mando de un tipo tan faramallero como CAP, se hubiera “roto el hilo constitucional”. Por eso, por primera vez puse a un lado el requerimiento de mi madre; en lugar de llamarla a ella, llamé al cónsul de Venezuela, al que había conocido recientemente gracias a su estrecha amistad con un buen amigo mío. No me atendió, por supuesto, pero la amable voz de una secretaria conocida, me urgió a irme al consulado. Entonces llamé a Mérida, mi mamá con una calma inusual, me contó lo poco que ella misma sabia: una intentona de golpe de estado amenazaba el empleo de su admirado Carlos Andrés Pérez, aunque ella aseguraba que la calma volvería a Miraflores de un momento a otro.
A pesar del frio intenso de Febrero, salí caminando en dirección al consulado. No debo haber tardado más de 15 minutos en llegar. Arriba, en los espacios que servían tanto de galería de arte como de sitio de encuentro para expatriados, un grupo no muy grande de paisanos, hablaban bajito y barajaban teorías (unas peores que otras) para tratar de explicar lo sucedido. Adentro, en las oficinas privadas del cónsul, todo el personal de la sede diplomática y algunos muy allegados amigos del gobierno, recibían noticias muy confusas. La misma secretaría con quien había hablado minutos antes por teléfono, me hizo pasar a esa oficina en el momento justo en que alguien notificaba, de manera casi oficial, que el gobierno del presidente Pérez había “caído”.
Lo siguiente que apareció fue una botella de whisky, de la que todos bebimos un trago apurado. Nadie podía creer lo que contaban y creo que eso sirvió para postergar su efecto. Por alguna extraña razón, los venezolanos que estábamos allí, creíamos escuchar en la acera de Saint Patrick, el ruido de botas bolcheviques arrasando con todo lo que nos definía. Uno a uno, fuimos saliendo de la oficina para tratar de descubrir si alguien conocía, aunque fuera de oídas, al tipo que había cometido el disparate de atentar contra el gobierno. En esa sala, apretada de gente con caras largas, nadie consideraba que las noticias eran buenas. Poco a poco entramos en calor de deudos. Las voces comenzaron a adquirir timbres de normalidad, alguien encendió un cigarrillo y una nueva botella de whisky empezó a circular, esta vez, con vasos, hielos y el más correcto descorche.
Creo que transcurrió una hora o un poco más, hasta que se corrió el rumor de que la insurrección había sido derrotada, que una sucesión de casualidades casi milagrosas, habían puesto a salvo a Pérez del primer gran escarnio de su vida. Lo confirmó una llamada del mismísimo Canciller de la Republica: por un pelito, el gobierno se había salvado del desbarranco pavoroso.
Vi algunos ojos aguados en la concurrencia, pero nadie tuvo la ocurrencia de cantar el himno ni invocar a Andrés Eloy Blanco. Como habíamos llegado, pero en grupos, fuimos saliendo a la helada madrugada Newyorquina. Alguien preguntó si sabíamos de algún bar cercano que estuviera abierto. Alguno más se disculpó con una excusa innecesaria. Casi nadie hablaba, y el que lo hacía soltaba algún comentario que apoyaba al gobierno y maldecía a los insurrectos.
Entonces me fui a mi casa. Al llegar, agarré una hoja cualquiera y escribí con el mismo trazo apurado del primer mensaje:
- Tranquila mami, ya se resolvió todo, el cónsul me acaba de avisar que se acabó el problema, que ganó CAP. Bendición. Juan Carlos.
Lo metí en el FAX, marqué el número y lo dejé ir, un segundo antes, alcance a pintar una carita feliz. Me serví un trago, me quité la ropa, caminé hasta la cama y apagué las luces en el camino. El ruido de un mensaje que entraba, me hizo ir hasta el FAX. Una hoja entraba, sin caritas felices y sin otro adorno que la línea con que mamá subrayaba su despedida:
- Dios lo oiga, Hijo, Dios Lo oiga…aquí todo está muy raro…Dios lo oiga…su mamá.
Hasta el día de hoy nunca he sabido si Dios me oyó, o si el fax que envié a mi madre en la madrugada del 4 de febrero de 1992, fue un mal chiste.

Etiquetas

#panamapapers (1) 19 de abril (1) 1S (1) 2010 (2) 2012 (5) 2016 (1) 2017 (1) 23 de enero (1) 6D (6) abstencion (2) abuela (3) abuso (2) accion democratica (2) acetaminofen (1) activista (2) adecos (1) adictos (1) adivinanzas (2) admiracion (1) adolescentes (8) adriana nunez (1) aeropuerto (3) áfrica (1) afrodescendiente (2) agresiones (1) agricultores (2) aguinaldos (1) agustina (2) AH1N1 (2) Ahmadinejad (1) ahorristas (1) al limite (2) albarregas (1) ALBOR RODRIGUEZ (1) alegrias (1) Alejandro (1) alemania (1) alerta epidemiologica (1) alicia (1) almuerzo (1) alvarez paz (1) amfar (1) amigos (9) amor (1) ana dolores (1) ana frank (1) anarquia (1) andinos (1) Andres (1) aniversario (1) año escolar (2) año viejo (3) apagones (2) árabes (1) argentina (5) armas (1) asalto (5) asamblea nacional (6) aseguradora (1) asesinatos (8) asesino (4) asi nos va (8) ataque (3) ateneo de caracas (2) atentados (3) atracos (2) ATREZZO (1) atun (1) auto desvalijado (2) autos quemados (2) ayuda (1) azucar (1) azzurro ristorante (1) Bacanos (1) bachaqueo (1) Bachelet (1) Bachianos (1) Ballet (2) Ballet Contemporaneo de Caracas (2) banco latino (1) bancos (5) banda sinfonica (1) BANESCO (1) banpro (1) Barack Obama (5) belgica (1) Benedicto XVI (3) benjamin (1) berlin (1) bicentenario (1) bizet (1) blackberry (1) blog (4) boda (2) bodega (2) bogotanos (1) bolivares fuertes (3) bonito (1) Bose (1) boxeador (2) brasil (2) bromas (1) brujerias (2) buen tipo (3) buen vivir (3) buena noticia (1) burka (1) cacería (1) cacerolas (1) cacerolazo (1) CADELA (1) cadenas (2) cadivi (1) café (1) Caitlyn Jenner (1) CAJERO (1) caldera (2) calsi (1) camino (2) campana electoral (6) campeón mundial de boxeo (2) Canal de TV (2) cancer (4) candidato (9) cantantes (2) CAP (1) capriles radonsky (7) caprilismo (1) Carabobo (1) caracas (17) Carceles (3) carestia (3) Carlos (1) carlos andrez perez (3) Carlos Escarrá (1) carmen (1) carnaval (1) carnicero (1) carpeta (1) carrera (1) carros (4) cartas (1) Casa Blanca (1) caserones (1) casita en el arbol (1) Cecil (1) cecilia matos (1) cedula (1) celebraciones (2) Celina (4) censo (1) censuras (2) centro de merida (11) chamos (3) Chavez (1) che vaisman (2) chela (3) chile (2) chilenos (2) chocolate (1) CICPC (1) cierre (1) cincuenta (1) cine venezolano (1) circulos bolivarianos (1) cirugia plastica (1) ciudadanos (2) clases sociales (5) clavos (1) CNE (5) cocina (1) colageno (1) colectivo gay (3) colombia (8) colores (2) comida (1) comida piche (1) compania nacional de teatro (2) compinches (2) compuerta (1) computador (2) comunicacion global (4) comunidad libre (3) concierto (2) concierto por la paz (2) conectado (2) conexión (1) confesiones (1) confrontación (1) conjunto residencial las marias (6) consejo nacional electoral (7) constitucion (1) controles (1) copa america (1) corinna (1) corridas de toros (2) corrupcion (1) cosas de la noche (1) costumbres (1) cosulich (1) credenciales (1) crimenes (4) crisis humanitaria (2) cristina fernandez de kirchner (2) Crucificcion (1) cruz (1) Cuba (11) cubanos (13) cuenta propia (1) cuentapropismo (1) Cultura (2) cumpleanos feliz (3) custodios (3) daniel zamudio (1) debate (1) deber (1) decencia (1) declaracion publica (2) dedo en la llaga (1) defensora del pueblo (2) deja vu (1) delincuentes (7) democracia (6) democratica (1) demonios (1) dengue (1) deporte (3) derecho (6) derechos de autor (1) desabastecimiento (2) desapego (1) desastre natural (3) despecho (2) despedidas (2) después de la batalla (2) devaluación (3) dia de la raza (1) dia de las madres (2) dia de los inocentes (2) dia de parada (1) dialogo (2) dictadura (4) diego arria (2) dinero (7) Diosdado (1) diputados (3) directores (1) disculpa publica (1) discursos vacios (2) disentir (1) Dislexia (1) disparate (1) disparos (4) disturbios (11) diversidad funcional (1) doble moneda (1) documento bonito (1) documentos (1) documentos de panamá (1) dolares (5) dolor (1) domingo (2) domingo salazar (2) Doña Gladys (1) dos paises (3) duelo (3) duquesa de alba (1) earle herrera (1) ebola (1) economía (1) ecos del torbes (1) ecuador (1) Edie Windsor (1) Eduardo Gomez Sigala (1) educacio (1) educacion (9) educacion media (4) edward snowden (1) Edwin Erminy (1) efectivo (1) ejido (1) el campito (1) el morocho (1) el nacional (2) elecciones (49) electricidad (1) elizabeth taylor (1) embajadores (2) emigrar (1) empleados (3) encuentro (1) enfermedades (8) escandalo (5) escasez (2) escuelas (18) espana (7) especulación (1) esperanzas (2) espionaje (1) esposas (1) esquina de cipreses (1) Estadista (2) estados unidos (4) estafa (1) estudiantes (10) etica (2) eufemismos (1) europa (5) eva gollinger (1) eventos (3) exilio (10) exodo (2) expais (6) expresidente (2) expropiado (1) extradicion (1) extranjería (1) facebook (1) facundo cabral (1) familia (9) fe y alegria (4) felicidades (4) Felipe (1) feliz año nuevo (5) FELIZ NAVIDAD (5) ferias (1) ferias del sol (5) fibromialgia (1) Fidel Castro (4) fiestas (3) fin del mundo (1) final (1) fiscal (2) FITVEN (1) flor por cada muerto (2) Florida (1) flotilla de la libertad (1) fotocopias (1) fotografias (4) fran (1) francisco javier rivas (1) francisco mujica (1) Franklin brito (2) freddy orta (2) freelance (1) frenesi (1) frontera (2) fuerza (1) fumar (1) fundación don bosco (1) fundacomun (1) fusiles (1) futuro en ciernes (7) gadafi (1) ganador (2) ganamos (1) gatopardo (1) gay (1) generacion y (1) gente brava (2) globovision (2) GNB (2) gobernador (2) gobierno (12) gochos (1) golpe de estado (1) graduacion (1) graffiti (1) gringos (1) gripe (1) guardaespaldas (1) guerra (5) guillermo zuloaga (2) Habana (19) hada madrina (1) haiti (1) hector torres (1) helicoide (1) herencias (1) hermano (1) hijos (1) Hilton (1) historia (10) hogar (1) holocausto (1) hombre nuevo (4) homilia (1) homofobia (1) homosexual (1) honestidad (1) hospitales (5) hotel (1) huelga de hambre (5) huelga general (2) Humala (1) humillaciones (1) humoristas (1) identidad (2) idi amin (2) Idi amin dada (1) iglesia (1) imagenes (2) impuestos (1) inca valero (2) independencia patria (4) indignidad (2) inflación (1) información (1) ingrid betancourt (1) inocentes (2) inscribirse (1) insobornables (1) internet (2) intervencion (1) invaden terrenos (1) invasiones (2) invasores (3) Iran (1) irrespeto (1) isaac chocron (2) israel (1) janani luwum (1) japon (1) jennifer carolina vielma de valero (1) jesucristo (1) Jesuitas (1) jibaro (1) jimmy kimmel (1) Josefa (3) jóvenes (1) juan carlos liendo (2) juan manuel santos (1) juan pablo II (1) Juanes (1) judas (1) jueces (1) julius nyerere (1) justicia (3) justicia sabanetera. (2) La Fria (1) la lucha (1) la vino tinto (1) ladrones (3) latinoamerica (2) Lava (1) lavidadenos (1) lester rodriguez (1) libertades (5) libertador (1) libre empresa (2) libros (1) liendos (2) Lila Morllo (1) lina ron (1) linchamientos (1) lista (1) listas de los viernes (17) literatura (1) liza minelli (1) lluvias (3) lochte (1) loma de los maitines (1) lorena guillen (1) Lorenzo Mendoz Gimenez (2) los malos (4) lucha de clases (1) Luis Chataing (1) luisa estela (1) luisa ortega (1) lutos (3) luz (2) madre (6) magdalena (1) magistrado (1) magnicidio (1) maiquetia (2) malandraje (3) maldad (1) Mandela (1) maniatado (1) mano dura (1) manuela saenz (1) maquina de votaciones (2) Margarita (2) Maria (3) maria corina machado (1) Maria Eugenia Barrios (1) maria leon (1) maria teresa castillo (1) mario vargas llosa (1) martin luther king (1) matrimonio (3) medicinas (2) medicos (5) medios publicos (1) megalomania (1) mercado negro (2) mercal (1) merida (72) mesa de la unidad democratica (11) miami (1) Michael Moore (1) miedo (3) migrantes (5) Miguel Angel Rodriguez (1) Miguel Ferrari (1) militante (1) militar (1) mineros (1) ministro (2) mis nietos (1) mises (2) mision imposible (1) misionero (1) miss universo (1) mistela (1) momentos (1) moneda (2) monstruo (1) montse (1) Montserrat Caballe (1) morgue (1) mosquito (1) moteros (1) motines (1) motorizado (4) movilnet (1) movimiento13 (1) Muammar (1) muchachos (1) mudanza (1) muerte (4) muerte por inanicion (2) muertos (5) mujer (5) mundalista (1) mundial de futbol (3) municiones (1) musulmanes (1) narco (1) NAVIDAD (11) nazareno de san pablo (3) negocio (5) Nelson bocaranda (1) nestor kirchner (1) netanyahu (1) nevera (1) new york (1) no es lo mismo (1) no se (1) no violencia (2) noche de los lápices (1) nochevieja (2) nona (2) nostalgias (4) noticias (3) Obama (2) obligacion de votar (4) odio de clases (4) odios (2) OEA (1) Offer Saks (1) oficinas (1) ojo por ojo (1) olimpiadas (1) Olvido (1) omnipresente (1) once de septiembre (1) opera (1) opinion (2) oposicion (4) oraciones (1) oraculo (2) organizacion de estados americanos (1) oriente (1) Orlando (1) orquesta (1) orquídeas (1) ortega (1) oscuridad (1) oso polar (1) oswaldo (1) pablo perez (1) padre candido (1) PAE (1) pais (7) paises (1) palabras (3) panaderias (1) panamericana (1) panteon nacional (1) Papa Doc (1) Papa Francisco (1) Papa Nazi (1) papel cuche (1) paraiso (1) paramos (1) pareja (1) parias (1) Paris (1) paro civico (2) parque tecnologico (1) participacion (1) partida (3) partido de gobierno (1) pasaportes (2) pasteles (1) patan (1) paternidad responsable (1) patria (8) paz (2) pdval (1) Pedro (1) peleas (1) perdedor (1) Perez (1) Perez Jimenez (2) periodista (6) perlas del horror (1) permuta (1) personajes (8) Peru (1) pesadumbre (1) pesos (1) pinera (1) plata facil (1) plaza bolivar (1) POLAR (1) polarizados (1) policia (9) politico (8) poliza (1) pon a volar un libro (1) precios altos (2) Premio Nobel (2) premio rodolfo walsh (1) prensa del corazon (1) prescindibles (1) presidente (11) preso (2) preso politico (4) primarias (12) primero de mayo (1) primos (1) probidad (2) problemas (1) profesionales (1) profesor (2) programa de alimentacion escolar (1) prohibido (3) propiedad privada (1) prostitucion (2) protestas (6) pueblo unido (4) puertas (1) PULSE (1) puntos rojos (1) rafael (2) rafagas (1) rajoy (1) ramiro Valdez (1) ramos allup (1) rating (1) Raul Castro (1) rayi (1) RCTV (1) referendo (1) reforma educativa (3) refrescos (1) refresqueria (1) regalito (2) regimen (4) registro electoral permanente (6) regulaciones (1) reinas del corazon (5) relaciones diplomaticas (1) religiosas (2) renuncia (3) reposo (1) rescate (2) residencias universitarias (1) resignacion (1) resistencia pacifica (1) respeto (3) respuesta (1) restaurant (2) retreta (1) revolución (1) revolucionario (3) revueltas (5) rey de escocia (1) Ricardo Fernandez Barruecos (1) rico mc pato (1) roberto (1) robos (3) rojo (5) RR (1) ruidos ensordecedores (1) rumores (3) sabanetero (20) saber que se puede (1) salida (3) San Pancracio Martir (1) Sanchez (1) sangre (1) Santa (3) Santa Cruz de Mora (1) santidad (1) sapos (1) sara delgadillo (1) sarita (1) sebastian (1) secuestradores (2) secuestro (3) seleccion brasilera (2) semana santa (3) Seminario Merida (2) septiembre esperanzador (2) SIDA (1) siglo XXI (3) silencio (1) silicon valley (1) simon bolivar (3) soborno (1) sobrina (1) socialismo (2) sociedad (3) Socorro (1) solidarios (3) sorpresas (1) sucesos (1) sufrimiento (1) suicidio (1) Sumate (1) surafrica 2010 (1) Tachira (2) tanzania (1) Tañon (1) tarjeta de credito (1) tascon (1) taxis (3) taxista (2) teatreros (6) teatro (2) teatro nacional (1) telefonico (3) televisión (6) tequila (1) Teresa Carreño (1) terremoto (4) terrenos (3) terrenos invadidos (1) terroristas (5) tetas (1) tia aida (1) tiempos revueltos (6) tiros (1) toldos (1) tolerancia (2) Toma de Caracas (2) tópicos (1) toros (2) Torres gemelas (1) trabajadores (5) tradicion (2) traducciones (1) traductor (1) tragedia (2) traidor (1) tramites (1) transformistas (2) transporte (1) tribunal supremo de justicia (2) trincheras (3) trolebus (1) tupamaros (10) turismo (1) turquia (1) twitter (5) ucrania (1) Uganda (2) ugandeses (1) ULA (4) ULATV (1) unidad (3) Universidad (6) Universidad Central (1) urbanizacion (1) vacaciones (1) valencia (1) valiente (1) Vaticano (3) vecinos (4) venezolanos (47) venezuela (89) venezuela telefonico movilnet (1) venganza (1) verdad (2) viajeros (12) viajes (1) vida (2) viernes negro (1) viernes santo (1) violador (2) violencia (11) virgen de coromoto (1) virus (1) viviendas (1) voluntarios (1) votar (4) votos (1) VTV (1) wilman (1) World Trade Center (1) Yoani (1) zaira andrade (1) zapatos (1) zapping (1) zuloaga (1)