
Me encantan las arepas. Cuando era más joven y vivía en Caracas, no había salida nocturna que no incluyera el “guardado” para la arepa de la madrugada. Es más, las areperas eran la prueba de fuego para el levante que tuviera uno la posibilidad de conseguir al amparo de la noche. Si un levante cualquiera sobrevivía a la impúdica luz de neón de las areperas caraqueñas, sus posibilidades de amanecer en tu cama aumentaban prodigiosamente. Me encanta una arepa con poca masa, mantequilla y queso amarillo. Siempre pensé que eso era uno de los placeres indestructibles de mi Venezolanidad. Lamentablemente, el señor que trabaja en Miraflores no está de acuerdo conmigo.
Resulta que las arepas están carísimas - como todo - y a los arreglavidas de boina roja, les ha dado por ocuparse del asunto. Resultado: Las areperas están siendo objeto de la fiscalización más atroz y pronto empezarán a cerrar. Seguramente en su lugar aparecerán esmirriadas arepas de apellido impronunciable, o cualquier otra atrocidad.
Es verdad que duele un poco pagar 20 bolívares o más por una Reina Pepiada. Pero la decisión de pagar ese precio nos corresponde tomarla a cada uno de nosotros. En libertad. Esa alharaca que tienen por el precio de las arepas no es otra cosa que mas regalito y limosna. Ósea, otro milagro de la revolución bolivariana. Milagro que también se desvanecerá frente a la realidad, cuando la realidad sea un fiasco demasiado grande. Definitivamente, el señor olvidó que su trabajo real es proporcionarnos trabajos y salarios decentes a nosotros, para que nos demos el gusto eventual de una buena “comida en la calle”; y no esa manía absurda de querer convertirnos a todos en mendigos de sus errores para tratar de sobrevivirlo.
Lo lamento. A mi no me interesa pasar necesidades. No me gusta. Yo no quiero que me cierren las areperas, ni me apaguen los tubos fluorescentes. Yo no quiero esperar que mis amigos extranjeros sean los que tengan que invitarme a comer fuera. Yo quiero pagar lo que me como, en libertad, y tener la posibilidad de ganarme el dinero para eso. A mí, como a montones de otros, me gusta GANARME la vida. ¿Está claro?
Epa Taki! No te conozco pero he leido tus escritos por cortesía de Zaira.Tu estilo me resulta de fácil lectura, me parece muy personal y en general comparto tu punto de vista anti-gobierno.Saludo tu iniciativa escritural y te auguro éxito.Me gustaría saber que te hizo regresar de USA . J L quintero
ResponderEliminarPITIYANKEE DE MIERDA....
ResponderEliminar