El reloj que tengo en mi mesa de trabajo marca las 9 de la
noche; dentro de 9 horas, Dios y usted mediante, empezará la jornada para la
que los venezolanos estamos preparándonos desde hace semanas y que,
francamente, creíamos que no sucedería. A las 6 de la mañana, más o menos,
abren los centros de votación y arranca el 6D: la elección de los 167 diputados
que integrarán la Asamblea Nacional (lo que antes conocíamos como el Congreso
de la República) el más alto ente legislativo que poseemos; hasta ahora. Una
elección a la que sus contendores han dado carácter plebiscitario. Una elección
en mayúsculas.
Hemos escuchado, hemos visto, hemos rumoreado, hemos
conversado, hemos padecido un proceso preparatorio que, de manera bastante
inusual, ha involucrado a todo el que ha querido dejarse involucrar. Estamos
listos. Con el mundo entero encima, a Venezuela mañana, la está mirando hasta
el gato. La razón es muy importante: por primera vez en 17 años de elecciones
casi anuales, la Plataforma Unitaria que representa a la oposición, sale con
ventaja en absolutamente todas las encuestas y la abstención parece haberse
reducido de manera casi extraordinaria. Si me preguntan, como dije hace pocos
días, aquí todo el mundo va a salir a votar y, para nuestra tranquilidad, lo
hará abajo y a la izquierda. Ya está, no puedo evitar el lugar común
(cursilísimo) la suerte está echada.
Mañana, si todo se cumple como ha sido estudiado, empieza un largo y tortuoso
proceso de cambio. De eso vamos a ir hablando luego. Hoy, hablemos de
elecciones:
Supongo que usted ya sabe donde tiene que ir a votar, supongo que ya usted sabe cómo es que debe votar, supongo que usted ya sabe, por ejemplo, que no votar por el candidato indígena NO ANULA su voto (pero aun así, si a usted le toca, va a votar por Virgilio Ferrer o el que sea candidato de su jurisdicción, porque esos tres diputados nos hacen falta) Supongo que ya usted revisó su centro de votación y ya sabe si es testigo de mesa, miembro de mesa o tiene, a esta hora, algún trabajo asignado con una de las miles de organizaciones que están armando centros de observación, veedurías, procesamiento de denuncias, asociaciones de ayuda y/u operaciones varias de cara a colaborar con el día grande de las elecciones. Ya todo eso está visto y atendido. Pues bien, aquí van mis recomendaciones de último minuto: recuérdelas, puede que sean útiles:
Supongo que usted ya sabe donde tiene que ir a votar, supongo que ya usted sabe cómo es que debe votar, supongo que usted ya sabe, por ejemplo, que no votar por el candidato indígena NO ANULA su voto (pero aun así, si a usted le toca, va a votar por Virgilio Ferrer o el que sea candidato de su jurisdicción, porque esos tres diputados nos hacen falta) Supongo que ya usted revisó su centro de votación y ya sabe si es testigo de mesa, miembro de mesa o tiene, a esta hora, algún trabajo asignado con una de las miles de organizaciones que están armando centros de observación, veedurías, procesamiento de denuncias, asociaciones de ayuda y/u operaciones varias de cara a colaborar con el día grande de las elecciones. Ya todo eso está visto y atendido. Pues bien, aquí van mis recomendaciones de último minuto: recuérdelas, puede que sean útiles:
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Deje
la atorrancia guardada en casa. Usted no es dueño de la verdad revelada. Si
usted tiene la solución a la forma tan terrible como funcionan las cosas, ya no
es tiempo para iluminarnos la vida con
su sabiduría. Bájele dos a la superioridad. Usted es un ciudadano mas, si no
consiguió hacerse de una credencial, alégrese. No grite a nadie, no ofenda a
nadie, no pase por encima de nadie. Mañana le toca jugar a ser alemán, por un
ratico.
-
Olvídese
de propagar rumores. Mañana, desde las seis de la mañana, van a llegarle vía Whatsapp, Twitter, Facebook, Instagram,
etcétera, millones de cosas QUE NO SON VERDAD: Si usted no lo vio, si usted no está
seguro de que es cierto, no lo repita. Sobre todo, no repita nada que pueda
producir miedo. Nos sobra miedo, no venga a ponernos peor.
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Vaya
al centro de votación vestido de lo que usted quiera, pero, por no dejar, póngase
un pantalón largo y una cosa que tenga mangas. No me pregunte por qué, pero hay
más de uno que no ha podido votar por salir de su casa en short y chancletas. En ninguna parte dice que no se puede, pero hay
quienes prefieren no verlo mostrando pierna. Y por favor, por caridad, la gorra
de las marchas (si, esa, la tricolor tan bella) déjela guardada en casa. Por
favor. No busque lo que no se le ha perdido.
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Colabore,
en lo que pueda y en silencio, de ser posible. Las personas que están trabajando
en mesas, en los centros de escrutinio, salas situacionales o centros de
procesamiento de denuncias, ESTAN TRABAJANDO.
Están sometidos a intensa tensión. Están preocupados. Aunque sea su
compadre, el que juega dominó y se echa palos con usted el domingo; muérase que
mañana decidió enseriarse por un ratico. NO ATOSIGUE. Si va a llevar comida o
refrescos, entréguelos, salude y salga.
Si va a servir de apoyo técnico, vaya, conecte lo que tenga que conectar
y pregunte si hace falta alguna cosa extra, si la respuesta es NO, salga de
allí. Entienda algo: el que tenga información privilegiada va a compartirla
solo cuando sea “licito” hacerlo. No ponga a nadie en aprietos.
-
Es
posible que hayan problemas de comunicación. Siempre los hay, nuestras
plataformas de telefonía celular son horribles en tiempos normales, imagínese
mañana. Esté preparado, incluso para un black
out informativo. Por ejemplo, abra una
cuenta en FIRECHAT y siga a todo el que pueda seguir. Firechat no
precisa internet para funcionar. Es una
opción. Suscríbase a VIVO PLAY, es muy barato y puede ser una fuente de
información interesante, pero si “se cae” internet está frito. Todas las televisoras internacionales que
cubren el evento, estarán transmitiendo desde sus propios satélites, para
evitar depender de satélites nacionales. Recurra a sus canales internacionales.
Todos están aquí.
-
Haga
denuncias. Eso es buenísimo. Pero, haga denuncias REALES. Denuncie las barbaridades
que usted vea. No las que le cuente por Whatsapp,
la mamá de la hermana de su novia que no es su suegra. Hay cientos de organizaciones
que se ocuparán de procesar denuncias. Acuda a ellos cuando este seguro de que
su denuncia es justa y necesaria. No sobrecargue de trabajo a quienes están DE
VOLUNTARIOS atendiendo esos teléfonos. Sea considerado.
-
Vaya
a votar a la hora que más le provoque. Acompañe a sus mayores, protéjase del
calor, vista ropa y cazado cómodo, lleve una sombrilla por si acaso. No lleve
cartera. Guarde su cedula en un sitio seguro y recuerde que en su cola de
votación, todos los demás están allí por la misma razón que usted. No se pase
de vivo.
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Dese
con furia por las redes sociales. Es el momento. Tuitee, retuitee, desquítese.
Pero hágalo con prudencia de sabio. No use las redes para rumores (eso no estará
nunca suficientemente dicho) Úselas para información contrastada. Úselas para
ayudar. Puede que en algún momento del día sea la única forma que tengamos de
decirnos lo que queremos escuchar. Hagámoslo, como gente grande.
Mañana, si lo hacemos bien, nos va a salir todo bien y aunque
en el llano dicen que al picado de
culebra, bejuco le para el pelo, vamos a dejar guardada la aprehensión de
siempre. Esa que secretamente llevamos en lo hondo del pecho. Lo único que se
me ocurre es repetir cursilerías, y voy a hacerlo a riesgo de empalagar, pero, mañana puede ser un gran día, plantéatelo
así y VOTA, abajo y a la
izquierda, por la tarjeta de la manito.
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