Acuerdos para el desacuerdo

Si alguna cosa caracteriza estos días raros y empelotados que vive Venezuela, el desacuerdo seguramente, abre la lista. Un desacuerdo que, lamentablemente, tiene más de forma que de fondo y que, en mi muy humilde opinión, si no se corrige, puede que esté abonando el terreno sobre el cual la dictadura comunista se instale a ver crecer sus jardines.

Hablo del desacuerdo entre quienes estamos "del lado correcto de la historia". Tal vez porque somos gente que piensa antes de aplaudir en silencio cualquier iniciativa o tal vez porque somos gente que conoce la mejor parte de esa historia;  la verdad es que, hasta ahora, cada sector implicado piensa que tiene, en una mano la verdad revelada y en la otra la solución del conflicto.

60 y más días que llevamos en este trance de calles cerradas, marchas, enfrentamientos, actos de inhumana represión y mucha incertidumbre, han visto pasar todo tipo de iniciativas en búsqueda del ansiado regreso a la normalidad. Entre ellas, la más vituperada, sin duda alguna, ha sido "la mesa de diálogo" una instancia que inexplicablemente,  suma detractores por minuto.

Anoche, después de un encuentro que no podemos menos que calificar de histórico, el vocero de la Mesa de la Unidad (para su desaliento, seguramente) dio a conocer 5 acuerdos propuestos (o logrados, quizás) a partir de esa primera reunión. En segundos, Troya estaba en lo mejor de su ardor. Ramón Guillermo Aveledo (un hombre que a mí se me ha revelado como político de altura) volvió a ser tildado de perdedor y varias otras lindezas y los integrantes de la MUD, fueron sometidos al escarnio tuiterico de los Torquemadas de la oposición impaciente.

Veamos por qué, estos son los 5 acuerdos

 

1- Proyecto de Ley de Amnistía presentado por la MUD: No fue aprobado.

¿Qué esperaban? ¿Cuál mecanismo desconocedor de la historia nos hizo pensar que en un primer encuentro, el dictador y sus acólitos aceptarían una Ley de Amnistía propuesta por sus enemigos políticos? Podría abundar en razones para explicar lo que estoy diciendo, pero, me voy a limitar a una: históricamente, La Ley de Amnistía es LA PRIMERA ACCION del gobierno que se instaura DESPUÉS de la caída de una dictadura. Nuestros dictadores actuales no van JAMÁS a partir de una amnistía general, para comenzar negociaciones de ningún tipo. Su autoimpuesto deber no es respetar la disidencia, es mantenerse en el poder a toda costa. Los presos políticos son piezas fundamentales de ese "a toda costa".

 2- Ampliación de la Comisión de la Verdad sobre hechos violentos: Se ampliará la participación y se incluirá a “personalidades que puedan nutrir y realizar las investigaciones”. Se incluirán casos de torturas.

Está bien, es más, está muy bien. Al admitir que hace falta una comisión de la verdad ampliada, el dictador está admitiendo que algunas cosas de su "administración de justicia" son turbias. Es una gran ventana abierta para lo concerniente a DDHH, materia que ante los ojos del mundo es de pivotal importancia. Corresponde a la MUD escoger a las personas más íntegras y honestas que hallarse pueda, para que integren esa comisión balanceando de algún modo las satrapías del régimen y, corresponde a todos los sectores de la oposición, respetar y apoyar, callados, a esas personas.

3- Sobre Iván Simonovis: Una Junta Médica revisará su condición para tomar "medidas de gracia” y habrá una reunión con “víctimas” del 11-A del 2002, con la presencia de cancilleres de UNASUR.
 Iván Simonovis es un lamentable ejemplo de la dureza de la dictadura, él es un preso que el difunto dejó como prueba irrefutable de su inmensa maldad. Su prisión es un punto de honor. Difícilmente el dictador heredero otorgará una medida de gracia en forma de libertad. No sería raro que lo expulsaran del país y entonces se arme la marimorena, o (Dios nunca lo permita) que lo dejen morir en la cárcel. Las víctimas del 11A 2002 son un comodín, sirven al gobierno y a la oposición en igual medida. El régimen habrá de manipularlos (todo el mundo tiene un precio) y la oposición puede que también logre adherirlos a su causa. En ambos casos tendremos una papa caliente que puede quemar a quienes la agarren, porque, en principio confiar en Cancilleres de UNASUR es poner zamuros a cuidar carne; además, las victimas de 2002 de algún modo invalidan a las víctimas de 2014; no obstante, pueden servir de trampolín (ese es el papel de la MUD) para llegar hasta ellos. De todos, este punto es el que luce más enredado y el que requiere mayor capacidad de negociación. Negar la Ley de Amnistía, pero otorgarle la libertad a Simonovis o resarcir, en términos ajustados al más legítimo estado de derecho, a las víctimas del 2002 es abrirle puertas a procesos de deslegitimización de otras medidas de represión del régimen, enredándoles el papagayo. Bien jugada, esta es la carta bajo la manga para la MUD. Me atrevo a pensar que saldrán exitosos de este embate.

4- La oposición se incorporará al “Plan de Pacificación” activando planes de “seguridad y paz” junto al Gobierno Nacional, a través de alcaldías y gobernaciones.
Es su deber ineludible. Todos tenemos que entender que la MUD es el brazo institucional de las protestas, el instrumento político del que tenemos que valernos para lograr una transición lo menos traumática posible. A la MUD no le corresponde radicalizarse, tiene obligatoriamente que velar por la paz, conseguirle soluciones al tema de la reinstitucionalización de la república, al tiempo que garantice un proceso pacificador que cause el menor daño posible. No es sencillo, pero si alguna tarea le pertenece a la MUD, la pacificación es de su obligatoria pertinencia.

5- Poderes Públicos: se han designado los comités para el examen de las postulaciones al poder electoral y poder judicial, para cubrir las vacantes. Magistrados del TSJ y rectores del CNE serán elegidos con dos de las terceras partes de la AN, como lo indica la Constitución Nacional.
Es lo mismo de arriba. Corresponde a la MUD penetrar astutamente esas comisiones a fin de lograr cierta equidad en la estructuración de los poderes públicos y, con mucha suerte, darles el aire independiente que deberían tener.

 No es tarea fácil, fácil es descalificar a la Mesa de la Unidad Democrática y a los hombres y mujeres que pueden estar jugando lo que Mires llamaría el heroísmo de la retirada y esgrimir intransigencias talibanas que no le hacen bien a nadie. No me cansaré de decirlo: la MUD es el brazo institucional, la herramienta política que probablemente sea de utilidad fundamental a la hora de apretarse los pantalones para reconstituir un estado que se parezca a algo llamado país. Nuestro deber como opositores es apoyarlos y respetarlos, mientras ayudamos la transición que tanto deseamos calentando las calles, protestando, marchando y siendo sumamente creativos en nuestro empeño de no dejarle pasar ni una a la dictadura. Parte del esfuerzo mancomunado que tenemos la obligación de hacer para enfrentar el régimen comunista, lo está haciendo la MUD y con ellos lo está haciendo Henrique Capriles Radonsky. Entiendo y asumo el chaparrón que irá a caerme por ingenuo, también se que nos hace falta el desacuerdo para llegar, a partir de ahí, a un acuerdo de convivencia ciudadana; pero, más que cualquier otra cosa, entiendo que nos hace falta infinita paciencia. Las dictaduras del mundo han tardado años en debilitarse y caer. Nosotros solo llevamos 60 días en el intento, aprendamos a ser conscientes del inmenso compromiso histórico que la vida nos ha puesto en la mano.