Poco a poco se me derrumban los argumentos que, cuidadosamente, he estado sumándole al pesimismo. Poco a poco, se me aparecen razones, pequeñísimas, para creer que sí, que es válido todo lo que estamos haciendo y que además, vamos por buen camino. La línea, muy sutil, que estamos trazando y que nos aleja de ellos, está empezando a notarse con cierta claridad, a la luz de acontecimientos que tienen de fiesta el barrio y que serán estudiados en profundidad por los que saben de eso. Nosotros, los demás, los que vemos a Venezuela como un asunto estrictamente emocional, estamos empezando a percibir algunas señales que nos hacen pensar – cautelosamente - en lecciones aprendidas. Cierto es que sorprende un poco que Acción Democrática no haya apoyado a Antonio Ledezma, ya que a la mayoría de nosotros, Ledezma nos parecía el candidato “by appointment” del partido blanco; el único que, probablemente, alguna vez tuvo carné y seña de militante; el heredero de un legado tan malo como bueno, presto a salir ondeante en el momento de apoyos y compromisos. Pero, la política es así, tan complicada como las cosas que vamos a entender cuando estemos grandes.
De modo que, fiel a los rumores de los últimos días, Pablo Perez se convierte en el candidato de AD y la cosa electoral se calienta; pues, aunque no por obtener ese apoyo, Pérez se convierte en ganador automático, ese apoyo es, sin duda alguna, una gran muleta. Ahora, la pelea se ubica entre Capriles y Pérez y todos estamos ligando que este último tenga el buen tino de no convertirse en un adeco de nuevo cuño.
Entre tanto, y asestado el golpe, Antonio Ledezma, un precandidato que no me gustaba, declina su candidatura y “se la come” al hacerlo, con un discurso que tiene toda la mesura y el buen talante de los buenos viejos tiempos. Que diferencia entre él, un señor corrido en siete plazas y los de la camiseta encarnada. Como hemos crecido en este lado.
Por fin, el tema electoral trae buenas nuevas: He visto largas colas en los centros de registro electoral y me parece que se están afinando las partidas y las metas. Hay desbalance en las encuestas, pero eso no es malo y, por nuestro lado, el 07 de Octubre empieza a sonar a fiesta. Cierto que mucho está por verse. Hay estrategias, habrá acuerdos. Tendremos que aprender de nuevo a poner la mesa en su santo lugar. No se bien que es, ni por qué, pero hoy he empezado a sentir que sí, que es verdad; que falta mucho por hacer, pero estamos trabajando…
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