El momento más emocionante fue cuando un rio de lava hirviente rodea a un grupo de víctimas, formado por gordas con lycras blancas, manicuristas, cajeras de supermercados con uñas acrílicas, chamos con pukas, buseteros, taxistas, motorizados y venegorditos con camioneta vecinos de La Mata, obligándolos a arrepentirse de sus pecados bajo pena de ser convertidos en carbón sintético; mientras yo intento salir a toda carrera del quinto piso en que vivo, sin saber donde dejé anoche mis anteojos (y sin despeinarme) para caer en brazos de Nitu Perez Osuna que insiste en hacerme una entrevista inmediata, para incluirla en un reportaje que está haciendo sobre las consecuencias del rojo vivir y el estropicio. Casi enseguida, el productor de Buenas Noches confunde la pauta con el homenaje a Lila y me pregunta mis primeras impresiones al descubrir que soy el sobreviviente 215 y que ella, Lila, es la sobreviviente número 1 (que me parece tan lógico…) La imagen se disuelve hasta la Oficina Nacional de Respaldo a los Desastres Naturales, Asuntos Conexos y Estados Mayores , donde descubro que mis hermanos son los sobrevivientes ilesos número 189 y 32 y que Los Parayma sobrevivieron todos, pero se niegan a censarse porque quieren esperar que Plutón se enderece y Teresa termine de diseñar los carnets de Nuevos Habitantes que piensan ofrecer gratuitamente a Protección Civil. Tenemos algunos problemas: los sobrevivientes del 59 al 123 se agruparon en un Consejo Alternativo de Nuevos Habitantes porque quieren que alguien les regale un Blackberry y los sobrevivientes del 124 al 212 andan haciendo una encuesta para ver si el resto quiere que haya elecciones, asunto peliagudo por cierto. Twitter no funciona, lo que confirma que por fin, nos han quitado Internet y la comida aunque abunda, está difícil pues no hay gas, ni hay a quien pedirle una bombona.
De pronto empieza a llover torrencialmente y todos los sobrevivientes merideños empiezan a preguntar como estará el paso por los túneles. Nadie responde. Las voces las tapa el monumental aguacero. La lava hirviente se apaga después de haber logrado su cometido. Se va la luz y hace frio. Nadie reparte más números. Nadie sabe o dice nada nuevo. Todo parece normal. Nothing...escucho, Nothing, escucho otra vez. Es Harold Camping transmutado en solista de Los Carpenter que me canta al oido:
- See you in October, see you when the summer´s through...
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