A medio camino entre leyenda urbana y estudio científico, las Teorías Conspirativas; es decir, las teorías que justifican un evento con argumentos que resultan difíciles de creer por rocambolescos o por falta de pruebas, son la parte con mayor carne de nuestra historia. Imposibles de desmentir pues quienes creen en ellas tienen toda la vida buscando “pruebas de irrefutable valor” para defender su locura, forman parte de algo que no sabemos si es folclore o simple cultura; por eso, en ocasión de la muerte de Osama Bin Laden, objetivo de las más grandes teorías conspirativas del siglo XXI, el mundo anda volteado hacia atrás revolviendo cuentos que ya teníamos olvidados; pródigo en “estudios de profundidad” los gringos han producido algunos de los mejores. Valgan como homenaje personal a la paz de los sepulcros, en este viernes de listas.
1.- El freezer y el papá de Mickey: Leyenda urbana repetida hasta en sus detalles más disparatados, la muerte y posterior crionización de Walt Disney en 1966, tiene su lado macabro. Según un señor que se ha dedicado a estudiar el avance indetenible de la comunidad judía en los negocios del cine, Walt Disney no murió de cáncer ni fue incinerado. En realidad fue congelado vivo, por si hace falta despertarlo en algún momento, después de habérsele hecho firmar un documento más secreto que el Arca de la Alianza, según el cual cedería sus derechos (coaccionado, of course) a un grupo de empresarios Judíos de Los Ángeles, que además de cometer el crimen perfecto, son los verdaderos dueños de todo, es decir de Mickey, el pato Donald y sus sobrinos. Lo único que el señor no aclara es si los congeladores son primos de Rico Mc Pato o de la madrastra de Cenicienta. Aun con pocos seguidores, esa teoría se enlaza con la que dice que en realidad son los judíos los que controlan el mundo. De esto último prefiero no decir nada, no sea cosa.
2.- Rey e inmortal: A pesar de haberse pagado 18 mil dólares por las fotos de su cadáver y de haber sido velado y enterrado delante de por lo menos 80 mil personas; según los teóricos más avezados, Elvis Presley, el rey del rock, no sólo no ha muerto, anda viajando por el mundo, recuperado completamente de sus adicciones y convertido en casi un santo. Lo que no se ha dicho nunca es de donde alguien sacó semejante cuento, que se salva del ridículo más abyecto solamente porque Elvis es el Rey y sus súbditos tienen derecho, hasta a eso.
3.- San Pedro Alejandrino: Ya no importa que el Dr Reverend lo haya certificado, ni que la historia haya repetido el testimonio de testigos de excepción; ahora resulta que al Libertador Simón Bolívar lo mandó a eliminar el Imperio (alguno, que nacionalidades sobran) El complot, finalmente, lo ha descubierto el gran teórico de la patria y para demostrarlo, ha habido exámenes de ADN, exhumaciones, urnas de alta tecnología y otras finuras. Si existe alguna duda, la nueva historia que estamos escribiendo se ocupará de convencernos que de tuberculosis nada; después de todo, no cesaron los partidos ni se consolidó la unión. Lo mataron.
4.- Objeto volador no identificado: El cuento comenzó en 1947 en Roswell, New Mexico, gracias al descubrimiento de restos dispersos en los alrededores de un rancho. A ese descubrimiento curioso, le siguió el titular de un periódico anunciando la aparición de una nave extraterrestre y, listo; posiblemente ese día nació la pasión por los platillos voladores y las visitas alienígenas. Este es uno de esos casos donde se mezcla la ciencia, el orgullo indomable de ciertos funcionarios y la imaginación desbordada de quienes quieren creer en cosas más románticas que la verdad. Puede haber sucedido algo similar a lo que se cuenta, pero no de tipo extraterrestre; se cree que en realidad se trataba de los restos de un antiguo accidente aéreo o simplemente lo que quedaba de un arma nuclear ultra secreta. Recientemente el FBI desclasificó documentos sobre el caso y volvió a los titulares, sólo para demostrar que en materia de chismes de alto vuelo, la Casa Blanca no tiene rival.
5.- Un gran paso, una gran mentira: No hay forma de saber por qué, pero la llegada del hombre a la luna, ¿se acuerdan?, el video del hombrecito aquel en modelito aeroespacial dando saltitos en una superficie llena de cráteres, podría ser (para algunos) el gran embuste del siglo XX. En 2001, FOX puso la guinda al postre transmitiendo un programa que “comprueba” la teoría, sin justificar porque la NASA tendría interés en distribuir fotografías que certifiquen la mentira del alunizaje. Por supuesto, incluso si hubiera alguna prueba creíble que mostrara que el aterrizaje lunar del Apollo en 1969 fue un engaño, los teóricos de la conspiración también deben explicar las posteriores misiones a la Luna, que involucran a una docena de astronautas y cuál es el nombre del utilero que ha fabricado con tal exactitud los kilos y kilos de roca lunar que han sido examinados en todo el mundo.
6.- Morirás con dolor: De no ser porque casi todo el mundo ha visto el padecimiento de sus víctimas, lo único que falta es decir que en realidad, el VIH no existe; como tal cosa es imposible, entonces por lo menos ha servido para practicar uno de los deportes favoritos de todos nosotros: odiar a las compañías farmacéuticas y aprovechar para cuñas homofóbicas, que no caen mal, de paso. La cosa va de este modo: Algún gobierno de largo alcance (ponga aquí el país) negoció con una gigantesca fabricante de medicinas la creación de un virus, tan especifico, que sólo atacara a los homosexuales y los fuera eliminando poco a poco. En este punto del cuento, aparecen los cultores de la medicina alternativa para ponerle un poco de carne: además tendrían la posibilidad de hacer montones de plata. La segunda parte es la más dramática: una vez creado, el virus se les salió de las manos, empezó a contagiar a todo el mundo, las medicinas aparecieron y lo demás es teoría conspirativa de la más pura. Por cierto, la primera compañía farmacéutica que patentó una droga antirretroviral fue GlaxoSmithKline.
7.- Happy Birthday Mr. President: Se cometieron tal cantidad de errores en el reporte e investigación de la muerte de Marilyn Monroe que, de no haber surgido una teoría conspirativa de esa magnitud, no seriamos humanos. Pasaron 8 horas antes de que alguna versión oficial se ocupara del hecho; Eunice Murray la criada que descubrió el cadáver, limpió impecablemente el apartamento y probablemente reparó una ventana rota, antes de llamar al servicio de emergencias. Posiblemente el hermano del Presidente de la República, Bobby Keneddy, estuvo por un par de horas en su casa un poco antes de la que pudo haber sido la hora del deceso y, los resultados oficiales de la autopsia nunca revelaron barbitúricos en el estomago. Todo lo anterior o es cierto, o pertenece a versiones casi oficiales del 5 de agosto de 1962; pero, igualmente son las bases mismas de la teoría según la cual, a Marilyn Monroe la mando a matar Bobby Keneddy pues no sólo sabía demasiado, sino que podía compartirlo con la mafia ligada a Frank Sinatra; un crimen de estado, pues.
8.- El muerto vivo: Quizás esta sea la mejor de todas: Paul Mc Cartney está muerto desde 1966 y decirlo habría significado el fin de Los Beattles; por eso, el resto de los miembros de la banda y el manager, hicieron maravillosos esfuerzos para evitar que la noticia llegara al público; pero, (pónganle atención a este detalle) al mismo tiempo querían que sus admiradores lo supieran y para ello, utilizaron las portadas de sus discos posteriores a la fecha para “dejar pistas”, mientras contrataban a un doble perfecto para que actuara a Paul. Uno de los mensajes cifrados que los seguidores de la teoría esgrimen, como prueba irrefutable de la muerte de Mc Cartney es la portada del disco Abbey Road, en la que los cuatro Beatles son fotografiados caminando sobre un cruce de cebra, pero sólo McCartney está descalzo, y fuera del ritmo de los otros tres. Esto debe significar algo, ¿verdad?
9.- Noviembre en Dallas: El 22 de noviembre de 1963, el 35 presidente de los Estados Unidos de América fue asesinado en Dallas mientras iba en su caravana de bienvenida. Desde entonces, hasta su misma viuda ha estado involucrada en la teoría de la conspiración más discutida y documentada de todos los tiempos. No es en realidad una; alrededor de la muerte de Kennedy han surgido miles de historias que sólo coinciden en el hecho probado y comprobado de que Lee Harvey Oswald hizo el disparo. Fuera de eso, cientos de libros, películas y artículos han creado todo tipo de teorías que van desde la existencia de un segundo asesino hasta una orden de la mafia irlandesa, de Fidel Castro y/o el FBI. Pudo además ser un complot de Lyndon Jhonson para quedarse con la presidencia, o un simple ajuste de cuentas de algún marido celoso. En todo caso, el hecho de que Jackie Kennedy, una de las mujeres más poderosas de esa época, no hubiera pedido enérgicamente una investigación exhaustiva e inmediata, no hace sino avivar un complejo y sensacional caso que no morirá nunca.
10.- ¿Quién fue?: Es sólo una cuestión de tiempo, el atentado que derribó las torres gemelas de New York, opacará cualquier otra teoría conspirativa de la historia de la humanidad y de todos modos jamás será completamente esclarecido. De nada le valió al finado Osama Bin Laden haber salido de bocón a decir que fue él; en medio mundo y para su desgracia, hay quienes le quitan el mérito y tienen pruebas “de indudable valor científico” para ello. Es lógico, los gringos están tan obsesionados por establecerle responsabilidades a todo en esta vida, que es imposible creerse un cuento que suena tan sencillo. Los comunistas del mundo juran por sus biblias, que Bush tumbó las torres con sus propias manos. Los antiimperialistas en general, creen que fueron Bush y Cheney; los gringos atrevidos creen que lo hicieron entre Bin Laden y algunos poderosos hombres de la CIA. Algunos otros aseguran que el vuelo 77 no se estrelló contra el pentágono pero no pueden decir dónde está. De ahí en adelante, todos los detalles, por insignificantes que sean, le sirven a los conspiradores para demostrar, “sin asomo de duda” que tras el atentado hay mucho cuento chino. Nada importa que pruebas abrumadoras hayan reconstruido con bastante fidelidad el curso de los acontecimientos, ni que Bin Laden haya usado ese ataque como diamante para su turbante; para quienes cometen el desatino histórico de creer en teorías conspirativas, a confesión de partes se complican las pruebas.
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