Llegó el gas. Esta mañana, después de una semana bañándome con agua helada, me trajeron el par de bombonas. No pude bañarme de una vez, porque no tengo agua, pero eso es normal. Aquí las cosas no pasan cuando se quiere, sino cuando se puede. Tampoco estamos como para querer tenerlo todo en la vida.
Cuando salí a pagar el gas, mi vecino me saludó muy contento y como sabe que no tengo fuerza para quedarme callado, me hizo la pregunta del día: Epa… ¿Qué te parece lo de Rosales?
Tenia tal cara de alegría mi vecino, que decidí alzar los hombros y torcerme la lengua. No tengo ganas de ponerme a buscar apartamento. Aunque suene cobarde.
¿Qué me parece lo de Rosales? Pues, ¿qué me va a parecer? Lo mismo que le parece a todos los que ya opinaron: Persecución, bravuconada y absurdo. No voy a defender a Rosales. Yo soy venezolano, yo me uno a la corriente criolla que piensa que todo aquel que ha ejercido un cargo público, ha robado, hasta que se le demuestre lo contrario. Cosa que nunca sucede, ni de un bando ni de otro.
No estoy ni a favor ni en contra de que a Rosales lo hayan investigado y ahora quieran meterlo preso. Me parece un absurdo sin sentido porque es un acto de soberbia presidencial y una advertencia burda, porque es un recurso de alzados y de cobardes: Rosales es un enemigo político del presidente de la mitad del país. Rosales es un líder en la región más importante del interior del país. Rosales puede, si quiere, crearles problemas graves a los rojos. Rosales cometió el error de ganar unas elecciones “libres y soberanas” casi tantas veces como el Sabanetero. Rosales tiene a su delfín gobernando el Zulia. A ver, ¿será que se necesitan más excusas para el exabrupto?
Cantando el Himno estaríamos, en cambio, si junto a Rosales hubieran caído al menos tres miembros de la larga lista de personajes que se mencionaron en el juicio imperialista del maletín atiborrado de dólares, o alguno de los bolivarianos ante quienes es peligroso dejar caer un lápiz porque se lo cogen también. Los venezolanos de bien no creemos en el castigo a Rosales, porque sabemos que los próximos compañeros de celda del maracucho serán los otros que tuvieron el mal tino de ganar unas elecciones “democráticas” y que con ellos irán los que le tuerzan los ojos al sabanetero, los que hablen, los que escriban y los que opinen en su contra. Para los demás, es decir, para nosotros, seguro que habrá restricciones de otro tipo o perdigones. Pero eso hay que hacerlo para mantener sana esta democracia ¿O no?
Quizás no te mudes no por cobardía...si no, por falta de plata. Deja de jalarle bolas a los gringos.... debes oler a mierda si no te haz bañado... como estarán los pelos del culo.
ResponderEliminarMe gustaria tener un puto debate contigo... Eres muy fantaseoso.
ResponderEliminarNO TE DEJES TAKI RESPONDELE A ESOS PENDEJOS
ResponderEliminarEstimado Liendo: no se puede decir alegremente (aunque suene a cliché) que "todo aquel que ha ejercido un cargo público, ha robado, hasta que se le demuestre lo contrario".Las leyes y los derechos humanos dicen otra cosa. Lo contrario (lo que usted ha repetido) es fascismo y comunismo puros que, como sabemos, es lamisma vaina.
ResponderEliminarEstimado Liendo:
ResponderEliminarLe felicito por atreverse a expresarse y a dar cabida a otros para que se expresen, en un tiempo en donde la libertad de expresión está en fase agónica, y para muestra, un botón: los comentarios vulgares e irrepestuosos de los sujetos que me han antecedido.
No creo en el enjuiciamiento de Rosales, sencillamente porque es una canallada, que no merece calificarse de maniobra política, pues aqui el Presidente de los rojos rojitos no ha tenido que "maniobrar" ni mostrar dotes algunas de estadista. Ha actuado como un caudillo de la Venezuela transnochada y sus huestes lo siguen irracional e irreflexivamente.
Hay "justicia" para Rosales, que, como bien ha señalado usted, ha demostrado cualidades de liderazgo en la oposición, las cuales han tenido repercuiones electorales y eso, en este país, es hoy por hoy, un pecado capital, debido a la vocación electoral perpetua del que desde hace diez años, mal rige los destinos de este país. En cambio, la justicia es ciega, sorda y muda, ante el enriquecimiento y la malversación de fondos hechos por los nuevos oligarcas de esta mal llamada revolución, que apenas llega a ser revuelta de bandidos, sedientos de los dólares que tanto han satanizado.
Que Dios asista a Rosales y a los que dentro de poco engrosaran las filas de los perseguidos políticos. Pero la Justicia Divina llegará. De eso no nos quede la menor duda. La historia así lo ha demostrado en incontables oportunidades.
El problema es que nos colocan defensores o no defensores y vamos perdiendo los grises. Defiendo la injusticia de una persecución decretada como una orden del Supremo desde una cadena dominical. Llámese Rosales, Baduel,Policías Metropolitanos o el Chavista más empedernido. Como no hay Estado de Derecho Rosales es una víctima hasta que se demuestre lo contrario y por eso no estoy de acuerdo con el acoso judicial...porque en definitiva es político y es mentira que podemos ser imparciales. Celebro que hables por la tapa del corazón, del cerebro o de la barriga. Tu anónima
ResponderEliminar